“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Eduardo Galeano
Eduardo Galeano
Los comienzos son y serán difíciles, pero desde hace tiempo hemos visto a ese adjetivo como un desafío. Y como todo desafío, desde nuestra concepción, pretende romper ciertas barreras. Esto es porque pertenecemos a una generación que creció y aún se desenvuelve en un período que podríamos considerar de “transición activa”. Ya que, por un lado, “convivimos” con la constante fluctuación del contexto en el cual se encuentran inmersas las empresas argentinas-que las más de las veces priorizan lo urgente de lo realmente importante (o en otras palabras el corto plazo por sobre la planificación), y por el otro, intentamos “concientizar” a estas organizaciones, respecto de la necesidad de ampliar las perspectivas ideológicas-comprender que trabajar sobre lo importante definirá los parámetros necesarios para hacer frente a las urgencias.
Algunos teóricos suelen hablar de un cambio de paradigma, que convierte a la Empresa en Institución, que, además de considerar las estrategias económicas y productivas, deberá desarrollar una visión estratégica basada en la CALIDAD TOTAL. Y que para ello deberá incorporar la comunicación, la cultura y la identidad como nuevos ejes de la acción empresarial.
Si bien estamos convencidos de que este pensamiento es lo que permitirá a las organizaciones adaptarse a los cambios y así subsistir en el tiempo, consideramos que el cambio no puede generarse de un día para otro. Estamos hablando de una cultura de trabajo que, al salir de lo cotidiano, genera innumerables reacciones, y de no ser trabajadas con cautela y profesionalismo impactaría de manera muy negativa. Ya sea, por pérdida de tiempo y costos así como también por falta de credibilidad en este modelo de gestión.
Es por esta razón, que hemos observado que la Comunicación Institucional y el Sistema de Gestión de la Calidad no son conceptos que deben ser desarrollados de manera aislada sino que son complementarios y necesarios. Que preferimos “acompañar” a las organizaciones en el camino a un nuevo modelo de gestión, en vez de hablar de un “cambio organizacional”. Porque vivimos en un contexto que muta constantemente y esto lleva a las organizaciones a tener que reinventarse para poder subsistir.
Los comienzos son y serán dificiles pero sabemos cuál es nuestro horizonte, sólo nos resta empezar a caminar.
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Algunos teóricos suelen hablar de un cambio de paradigma, que convierte a la Empresa en Institución, que, además de considerar las estrategias económicas y productivas, deberá desarrollar una visión estratégica basada en la CALIDAD TOTAL. Y que para ello deberá incorporar la comunicación, la cultura y la identidad como nuevos ejes de la acción empresarial.
Si bien estamos convencidos de que este pensamiento es lo que permitirá a las organizaciones adaptarse a los cambios y así subsistir en el tiempo, consideramos que el cambio no puede generarse de un día para otro. Estamos hablando de una cultura de trabajo que, al salir de lo cotidiano, genera innumerables reacciones, y de no ser trabajadas con cautela y profesionalismo impactaría de manera muy negativa. Ya sea, por pérdida de tiempo y costos así como también por falta de credibilidad en este modelo de gestión.
Es por esta razón, que hemos observado que la Comunicación Institucional y el Sistema de Gestión de la Calidad no son conceptos que deben ser desarrollados de manera aislada sino que son complementarios y necesarios. Que preferimos “acompañar” a las organizaciones en el camino a un nuevo modelo de gestión, en vez de hablar de un “cambio organizacional”. Porque vivimos en un contexto que muta constantemente y esto lleva a las organizaciones a tener que reinventarse para poder subsistir.
Los comienzos son y serán dificiles pero sabemos cuál es nuestro horizonte, sólo nos resta empezar a caminar.
